La gente tiene cicatrices de toda clase en sitios recónditos, como mapas secretos de sus historias personales. Diagramas de todas sus viejas heridas. La mayoría de nuestras viejas heridas se curan, dejándonos solamente una cicatriz. Pero algunas no se curan. Algunas heridas pueden ir con nosotros a todas partes, el dolor aún perdura, y no nos deja dormir.
Quizá nuestras viejas heridas nos enseñen algo. Nos recuerdan dónde hemos estado, y qué hemos superado. Nos enseñan que es lo que debemos evitar en el futuro... Al menos eso es lo que nos gusta pensar. Pero así no es como es, ¿verdad? Algunas cosas tenemos que aprenderlas una, otra, y otra vez.
Entreparéntesis
Hace 15 años
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