Una vez, sentado en uno de los bancos de una casa, estaba con un chanchito al lado. Este se dirigió a mi respetuosamente y me dijo:
"¿Te puedo hacer una pregunta?". Yo tranquilo le dije que preguntara, fue entonces cuando me preguntó: "¿Será que puedes casarte sin saberlo, con el amor de tu vida?". Yo me quedé perplejo por la pregunta, y continuó: "te diré quién es, pero no te rías ni seas cruel conmigo".
Era de noche, y aún así podía ver que me señalaba al frente, donde había una gallina colgada de una pata, que le quedaba pocos días para que se la comieran. Al día siguiente me quedé pensando en la pregunta del chanchito...
¿Qué conclusión sacaste tú?
la verdad quedé pensando y nada mas ke eso.
ResponderEliminarme la ganó
me alegra ke estes escribiendo harto :)